Escrito el 27 de marzo del 2011:

Vengo a escribir sin ninguna idea en mente. Debo mencionar (ya que me acaba de ocurrir) que a veces quiero resaltar palabras y las pongo en mayúscula, pero las borro, me arrepiento, será que si esto que escribo lo hablara, lo podría resaltar de otra manera? En fin, es algo que se me ocurrió así de repente y como repito, no vengo con alguna idea en mente, ya que surgió una la tenía que plasmar.
Estaba mirando mis entradas antiguas recién y noté que en muchas nombro cuestiones y digo que más adelante voy a hablar de eso. Me habrá pasado fácil 10 veces. Algún día retomaré? Por qué siempre dejo las cosas en la mitad? Por qué me cuesta tanto terminar algo? Será que me aburre? Será que me olvido?

Con respecto a eso, vengo a hablar un poco. Hoy quiero expresar lo más que pueda acerca de esto que estuve pensando en la ducha.
Como la mayoría de la gente que me conoce sabe, y digo la mayoría porque siempre hay un colgado que no se entera de nada, este año empecé con mis estudios sobre fotografía. Quería hablar masomenos de eso...
Me siento muy bien. Estoy feliz en ese sentido. Siempre fui una de esas personas que empiezan las cosas y después no se sabe si por falta de ganas, o por qué mierda, las deja por la mitad (en el texto de arriba hablo de eso). Y me pone bien saber que fotografía no es una más de las actividades que un día empecé, con todo el entusiasmo y después terminé dejando (como me pasó con handball, por ejemplo). Encontré algo que me gusta, que me hace feliz, que me lleva a otro lugar. Me apasiona sacar fotos, me saca de mi eje. Sentir que con una obturación yo puedo plasmar un momento, una sensación, un sentimiento, es mágico. Es una manera de expresar lo que veo, lo que siento, lo que percibo en ese momento. 
Justamente en el día de hoy, dije que "el amor de mi vida número uno, es mi cámara". Es así. Mi cámara es de las cosas más preciadas. La amo. Si, así como vos amas a tu perro. La cuido muchísimo y hasta me da cosa prestarla. 
Cuando le saco fotos a la gente, cuando le saco fotos a paisajes, cuando me saco fotos a mí misma, expreso todo lo que necesito en ese momento. 
Estoy orgullosa de haber elegido Infokus como mi lugar de estudio, puedo ser otra Celeste, ser yo, reirme de todo, tener paz, desenchufarme, y sobre todo me siento cómoda. En la escuela cada uno es como es y no por eso lo critican y/o marginan. Hasta sexto grado, toda la primaria, siempre fui de las nenas solitarias, las nenas distintas, las nenas que siempre dejaban de lado. Hoy en día me pasa pero a menor escala. Hay gente que por mis creencias, por mis actitudes, por mi manera de pensar me toman como una loca, y eso duele. Por eso es que en Infokus me siento bien. Porque nadie es cuestionado, todos podemos ser sin preocuparnos por el qué dirán. En fin, debo decir gracias. A todos mis familiares y amigos, a los que creyeron en mí en todo momento, y siguen creyendo, a todos los que me preguntan cómo me va en el estudio, a todos los que cuando yo no entendía mucho me fueron guiando con pequeñas cosas, en fin, a todos.
Gracias.