La lluvia me recuerda a vos. Quizás es por las millones de veces que hablamos sobre el beso abajo de la lluvia. Te acordas que me lo debes, no? Pero bueno, tema nuestro.
Sabes por qué, habiendo pasado tantos días de lluvia, vengo justo hoy a escribir esto? Porque no quiero pensar en vos. Porque siento que no me haces falta, siento que no te necesito en mi vida. O quizás es lo que quisiera sentir... Odio que tus acciones me afecten, para bien o para mal. Odio esto porque sos letritas. Letritas en mi computadora, letritas en mi celular. Sos puro "teclado". Pero, quiero que dejes de serlo para pasar a ser una persona, que esté parada delante mío, a dos centímetros, y quiera desesperadamente agarrarlo del cuello y no soltarlo más? Estoy segura de que no quiero. No quiero que te conviertas en algo indispensable. No quiero verte y empezar a necesitarte. Siento que esto va a doler en un futuro. Porque sabes qué? Ahora no duele! No duele porque me acostumbré tanto a "no sentir nada por nadie" que eso es literalmente lo que hago. No siento nada por nadie. Nada, ni nadie.
Eso lo escribí el 28 de febrero pasado. Quisiera poder mentir y decir que sigo sin sentir nada por nadie. Quisiera también, poder decir que hoy en día perdí el contacto con vos, que te olvidé y ya no sos más letritas. Pero si dijera eso estaría mintiendo. Seguís más vivo que nunca. Hablamos todos los días, desde que me levanto (y te levantas) hasta que me acuesto y vos te quedás dormidisimo después de tanto trabajar. No entiendo cómo una persona que no conozco llegó a ser tanto en mi vida. Bah, "que no conozco". Mentira, te conozco muchisimo! No te conozco personalmente pero conozco bastante sobre tu forma de ser, tus arranques, tus celos, cómo ves la vida. Hay veces que siento que sé más de lo que debería. Me sé tus horarios de memoria cuando todavía no me aprendí los mios chabón! En fin, sos como mi "Salvador" en Chubasco. No es por cagarle el final a alguien que no lo haya leido (si no lo leiste y pretendés hacerlo salteate esta parte) pero finalmente Salvador no es más que humo. No quiero que vos tengamos el mismo final que Jari y Salvador, porque es un final nulo. Quiero tenerte un día enfrente mío y poder decir que sí existis, que estas acá, que te escucho respirar y no estas a kilómetros. No sé qué más hacer, es complicadisimo, ojalá pudiera también decir como Jari "vuelo y voy a verte". Ojalá. Es mi deseo de cada día. 
Hasta hacía poco me conformaba con leerte, y ahora ni eso. Necesito llamarte, escuchar tu voz, saber que no sos un invento mío. Es más, mientras escribo esto tengo el celular al lado y me estoy controlando para no llamarte y preguntarte qué haces, en qué andas, cuándo te voy a ver. 
La peor parte de todo esto? Es que no pensas en mí ni un cuarto de lo que yo pienso en vos. No quiero necesitarte. No quiero más.
Chau, me voy a llamarte porque no puedo con mi genio.