La semana pasada falleció mi abuelo. Estaba enfermo y su cuerpo no aguantó más, decidió dejar de luchar. 
La caída fue un poco repentina. Si bien no venía de estar 10 puntos, cayó internado y en un mes se nos fue. Pero no vengo a contar todo esto para dar lástima o para despedirme por redes sociales. Mi despedida ya la hice. Sólo quiero concientizar a unos pocos que puedan llegar a leer esto, de algunas cuestiones.
Mi abuelo ya estaba consumido y no podía decir demasiadas palabras. Pero entre todo el ir y venir de enfermeras, médicos, etc.. se dió cuenta de que la situación no pintaba bien. Dejó de tener tantas esperanzas y de cierta manera empezó a "despedirse". 
Él siempre fue una persona un poco cerrada. Muy difícil que lo escucharas decir algo tierno. Pero al ver cómo se iban desarrollando las cosas, empezó a hablar más. Creo que escuché más "te quiero" de su parte en el 2019 que los que escuché en toda mi vida. Y los supe valorar. Y entendí después que a veces a la gente le cuesta decir las cosas, pero demuestra sus sentimientos de alguna otra manera. 
Me acordé del día que me robaron el auto y cuando me vino a buscar para llevarme a algún lado (no me acuerdo bien a dónde), miré el espejo retrovisor y tenía un papelito pegado. Era la patente de mi auto. "Es que estuve recorriendo Lugano, Mataderos y Soldati para ver si lo encontraba tirado por algún lado". 
Así me demostró su amor incontables veces, con cositas chiquitas que quizás no supe apreciar en su momento pero hoy, entiendo mejor.
Comprendo que para mi abuela, que fue su compañera por más de 50 años, todo esto debe doler el triple. Pero sé que ella se quedó con buenos recuerdos y sobretodo con las últimas cosas que mi abuelo le dijo. 
No quiero convertir esto en un relato sentimental y aburrido, así que acá va lo realmente importante:
El tiempo pasa muy rápido, más de lo que creemos. Hay que cerciorarse de que lo estamos invirtiendo bien. NO VIVAN A MEDIAS. Go big or go home (hacelo en grande o volvete a tu casa).
DIGAN las cosas. No se guarden nada. Lo bueno, lo malo, lo neutro. Dejen salir todo que al fin y al cabo tenemos una sola chance de hacer las cosas bien, no hay más vidas en este mismo cuerpo y con esta misma gente que nos rodea. Si vas a fracasar que sea un fracaso desastrozo porque PUSISTE todo de vos en esa maniobra. 
Y lo más importante de todo es que dejen de pensar en mañana. HOY estamos, mañana ni idea. 
Mejor un momento en rojo, que cien en amarillo.